Oh Dios,
que asentaste la tierra sobre sus cimientos;
apiádate de nuestros temores
y atiende nuestras súplicas,
para que, apaciguando el temblor de la tierra
sintamos siempre tu amparo
y seguros de tu protección,
te sirvamos llenos de alegría
que asentaste la tierra sobre sus cimientos;
apiádate de nuestros temores
y atiende nuestras súplicas,
para que, apaciguando el temblor de la tierra
sintamos siempre tu amparo
y seguros de tu protección,
te sirvamos llenos de alegría
Por Jesucristo, nuestro Señor
Amén